En algunos estados, la perforación del cuerpo está reglamentada, pero en otros, no. Si bien la mayoría de los lugares en los que se hacen perforaciones ofrecen un entorno limpio y sano, algunos no toman las precauciones necesarias contra infecciones y otros riesgos para la salud.
Si decides hacerte una perforación en el cuerpo, investiga los procedimientos del establecimiento y averigua si ofrecen un entorno limpio y seguro a sus clientes. Cada lugar debe contar con un autoclave (un equipo de esterilización) y debe mantener el instrumental en paquetes sellados. Pregunta y asegúrate de lo siguiente:
- Que el lugar esté limpio
- Que la persona que realiza la perforación se lave las manos con un jabón germicida
- Que la persona que realiza la perforación use guantes desechables (como los que se usan en los consultorios médicos)
- Que la persona que realiza la perforación utilice instrumental desechable o esterilizado
- Que la persona que realiza la perforación no utilice una pistola perforadora (no se pueden esterilizar)
- Que la aguja que utilice sea nueva y esté siendo usada por primera vez
- Que la aguja sea desechada en un recipiente especial sellado después de la perforación
- Que existan procedimientos para el manejo y desecho adecuados de desperdicios (como las agujas o las gasas con sangre)
También es buena idea preguntar por los tipos de alhajas que ofrece el negocio, porque algunas personas manifiestan reacciones alérgicas a algunos tipos de metal. Antes de hacerte una perforación, asegúrate de averiguar si eres alérgico a determinados metales. Sólo se deben utilizar metales no tóxicos para las perforaciones del cuerpo, como los siguientes:
- Acero quirúrgico
- Oro sólido de 14 o 18 kilates
- Niobio
- Titanio
- Platino
Si consideras que el lugar no está lo suficientemente limpio, si no responden a tus preguntas o si te sientes incómodo por algún otro motivo, acude a otro lugar para realizarte la perforación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario